MFA
Signos y síntomas
La mayoría de los diagnosticados con MFA informan tener una enfermedad respiratoria o gastrointestinal antes del inicio de la debilidad. La presentación predominante es una aparición rápida de debilidad en cuestión de horas a unos pocos días que puede afectar las extremidades, la cara y los músculos que controlan la respiración y/o la deglución. La debilidad puede progresar rápidamente de debilidad en las extremidades a síntomas más graves, incluida la insuficiencia respiratoria, por lo que se recomienda la hospitalización para observación incluso con síntomas leves. Es posible que las personas con MFA no puedan respirar, tragar o mover los ojos con normalidad. La debilidad varía mucho, desde leve hasta muy grave. La MFA puede provocar debilidad, parálisis parcial o parálisis total de una sola extremidad o de todas las extremidades. El patrón de parálisis y cómo se presentan los individuos son muy variables. La debilidad ocurre con mayor frecuencia en los músculos proximales, es decir, los músculos más cercanos al centro del cuerpo. El dolor en el cuello, la espalda o las extremidades puede ser un síntoma temprano. También puede ocurrir inestabilidad autonómica, como problemas con la frecuencia cardíaca, la presión arterial o la regulación de la temperatura. La sensibilidad y la función de los intestinos y la vejiga por lo general están intactas en los niños con MFA. Algunas personas, las más severamente afectadas, pueden tener inflamación tanto en la materia blanca como gris de la médula espinal (neurona motora superior e inferior) y pueden experimentar alteración de la sensibilidad y/o disfunción del intestino y la vejiga.