Tratamientos agudos
El tratamiento de estos trastornos en sus etapas agudas o tempranas consiste en calmar el sistema inmunitario lo más rápido posible, antes de que se produzcan daños. Estos tratamientos deben considerarse en el contexto del diagnóstico correcto y administrarse lo más rápido posible. El tiempo es crítico. Desafortunadamente, hay muy poca investigación y casi ninguna evidencia científica disponible sobre los tratamientos más efectivos para cualquiera de estos trastornos. Es importante trabajar con un médico que tenga buena experiencia con estos trastornos, porque el tratamiento agudo implicará principal o exclusivamente el juicio clínico. Si su médico no tiene esta experiencia, es importante que le pida que consulte con un médico que sí la tenga.
Hay muy pocos centros clínicos con médicos que se especialicen en TM o NMOSD (p. ej., University of Texas Southwestern, Johns Hopkins University, Mayo Clinic, University of California San Francisco, Walton Center – Liverpool, England), pero existen numerosos Centros de Esclerosis Múltiple asociado con destacados centros médicos y escuelas de medicina. Se debe considerar un especialista de uno de estos centros, ya que tienen experiencia en trastornos desmielinizantes del sistema nervioso central. Las terapias agudas que se usan con más frecuencia para tratar un ataque inflamatorio incluyen: dosis altas de esteroides intravenosos (metilprednisolona), plasmaféresis (intercambio de plasma o PLEX), terapia de inmunoglobulina (IVIG) y ciclofosfamida.
Una vez que la inflamación ha comenzado a resolverse y la persona está médicamente estable, el siguiente curso de tratamiento para una persona que tiene un ataque inflamatorio en la médula espinal (ADEM, MFA, MOGAD, NMOSD, MS o TM) implica una terapia de rehabilitación intensiva. Los centros dedicados a lesiones y enfermedades de la médula espinal o accidentes cerebrovasculares ofrecen programas integrales de rehabilitación para personas que han sufrido déficits significativos en la médula espinal debido al ataque inflamatorio. Los niños y adultos que han experimentado debilidad muscular significativa o parálisis deben ser admitidos en un hospital especializado en rehabilitación, y el programa debe incluir un régimen intensivo de fisioterapia y rehabilitación (en oposición a un énfasis exclusivo en el entrenamiento de la independencia).
El MFA se considera monofásico. La mayoría de los casos de ADEM y TM también se consideran monofásicos. Es importante tener citas periódicas con un neurólogo para monitorear el progreso de la enfermedad, si lo hubiera. Con el tiempo y dependiendo de los síntomas, un examen anual puede ser suficiente para muchas personas. Los síntomas de estos trastornos pueden ser bastante difíciles de manejar y pueden cambiar con el tiempo. Se deben considerar otros especialistas en consulta con un neurólogo y un médico de práctica general o un pediatra (p. ej., urología, psiquiatría, ortopedia y fisiatría).
Las personas con MOGAD, NMOSD, TM recurrente o ADEM recurrente corren el riesgo de sufrir múltiples ataques y deben ser monitoreadas más de cerca. Las personas con estos trastornos probablemente recibirán medicamentos para disminuir la posibilidad de otro ataque o disminuir su gravedad en caso de que ocurra. Es importante que un médico haga un diagnóstico diferencial definitivo de la EM. Los tratamientos para la EM (es decir, Avonex, Betaseron, Copaxone, Gilenya, Rebif y Tysabri) no han demostrado ser efectivos en el tratamiento de personas con MOGAD, NMOSD o TM Recurrente y, en algunos casos, pueden causar más daño que bien. En la mayoría de los casos, las personas con TM recurrente, MOGAD o NMOSD son consideradas para terapias inmunosupresoras. Las terapias a las que se somete a una persona se basan completamente en el juicio clínico (experiencia) del médico, combinado con las necesidades individuales.